Las opciones refrigerantes posibles van desde el agua fresca a los combinados o cubatas, los dos extremos pueden causar sobresalto para la mayoría que se mueve en la escala de los grises de los refrescos, zumos, limonadas, cervezas, vinos, etc. pero para hacer una visión completa es mejor abarcar todo el abanico de posibilidades.
Primero habría que distinguir a las bebidas-alimentos de los "LOBNIs" o Líquidos Orales Bebibles No Identificados que son aquellos que no tienen referencia, conexión o similitud con los primeros. Bebidas-alimentos son el agua, limonada o naranjada natural, zumos naturales, cerveza o vino de producción tradicional, etc. que se producen en procesos sin aditivos desde productos naturales. Los LOBNIS son todos los refrescos industriales o carbonatados, bebidas rehidratantes o energéticas, bebidas alcohólicas o zumos procesados con aditivos, y demás líquidos, que se han ido introduciendo en el mercado desde la Revolución Industrial. Bebidas inventadas por el hombre, desconectadas de la naturaleza, para saciar sus nuevos gustos y necesidades.
Una vez hecha esta reflexión, que entiendo pueda chocar con las ideas de muchos, veamos lo que desde un punto de vista práctico interesa: salir a tomar algo con "inteligencia nutricional". El agua, los refrescos "0" o "diet", Casera y las infusiones o café sin aditivos no aportan energía o lo hacen en una cantidad mínima (acaloricas). En un segundo escalón estarían las bebidas que aportan una cantidad modesta de calorías como las cervezas "free", "sin alcohol" y la "0.0". Subiendo de nivel energético se encuentran la mayoría de líquidos refrescantes: bebidas rehidratantes y energéticas, cerveza, zumos, refrescos azucarados, sidra y vino. Por último, las bebidas alcohólicas destiladas, que a mayor graduación ofrecen más calorías, en este caso a partir del alcohol.
Beberse una cerveza (1/3 de litro) ó 2 copas de vino aportan la misma energía que 2 melocotones medianos, una taza de leche entera (250 cc), 7 pepinos, 4 tomates, casi 3 rebanadas de pan de molde, 3 lonchas de jamón cocido, 1 plato mediano de mejillones ó 3 quintos (200 cc) de su homóloga sin alcohol. Indudablemente algo para tener en cuenta, así que visualice estos ejemplos cada vez que tome cerveza o vino para hacerse una idea aproximada de la energía que suponen.
Estos líquidos permiten combinarse entre si, según la moda y gustos de cada uno, lo que puede ser una interesante forma de reducir el aporte energético o por el contrario convertirse en una bomba metabólica para el organismo. Así, beber cerveza o vino rebajado con bebidas carbonatadas acalóricas reduce proporcionalmente la cantidad de energía aportada. Sin embargo, tomar combinados destilados mezclados con agua o refrescos "light" o acalóricos no disminuye las calorías porque se sigue sirviendo en el vaso la misma cantidad de los primeros.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la composición. La mayoría de las bebidas refrescantes son esencialmente una mezcla de agua y azúcares (naturales o artificiales). Los LOBNIS suelen contener tal conglomerado de aditivos (edulcorantes, colorantes, ) que leer un etiquetado de cualquiera de ellos se transforma en descifrar un jeroglífico.
Finalmente, hay que recordar que no solemos beber exclusivamente cuando se sale a tomar algo. Tapas y pinchos acompañan a alimentos-bebidas y LOBNIS, pero de esto habláremos en otra ocasión...
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