miércoles, 19 de abril de 2017

Aceite de palma: ¿es tan malo como parece?

Palma africana del género Eleais, deriva del griego "Eleia" que significa oliva o aceituna.

  A estas alturas se ha dicho casi todo del aceite de palma. Es conocido que el aceite de palma es elaborado a partir del fruto de la palma aceitera (género Elaeis). El aceite de palma es el aceite vegetal mas comercializado a nivel mundial, siendo Malasia e Indonesia sus mayores productores. En estos países, el cultivo intensivo de palmas aceiteras desplaza al bosque tropical, con desastrosas consecuencias medioambientales y sociales denunciadas en todos los medios, de eso tambien hemos visto y leido mucho en las últimas semanas.

  No todos los aceites de palma son iguales, como para cualquier otro aceite vegetal, eso lo sabemos por el aceite de oliva, del refinado al virgen extra hay un largo camino. De esta forma, existen dos tipos generales de aceite de palma: el aceite de palma crudo, de color rojo-anaranjado (rico en polifenoles y vitamina E) del que deriva el translucido aceite refinado de palma, el mayoritario en uso industrial.



¿Cuál es la composición del aceite de palma?

  Casi la mitad son grasas saturadas (sobre todo de ácido palmítico), seguido de grasa monoinsaturadas (40%), mientras que solo el 10% corresponden a grasa poliinsaturadas. Esta composición justifica las 120 Kcal por cucharada de aceite de palma (9 Kcal/g), "engorda" igual que el aceite de oliva o el de girasol. Sin embargo, el aceite de oliva contiene solo un 15-20% de grasa saturada, siendo su composición mayoritaria la grasa monoinsaturada (70%, el famoso ácido oleico), el resto (10%) son grasas poliinsaturadas. Así, el aceite de palma se parece más a la fase grasa de las leches de los mamíferos (incluído el Homo Sapiens) y a la mantequilla que otros aceites vegetales, como el de oliva o el de girasol.
  Esta composición rica en grasas saturadas choca con la recomendación tradicional en dietética de limitar la procedencia de la energía diaria desde las grasas saturadas a menos de un 10%. Este consejo sigue vigente, aunque es un tema muy discutido actualmente y pendiente de revisión. Es decir, el dicho de "la grasa saturada de la dieta es mala" debería tomarse con cautela por el momento.

¿Con qué se relaciona el aceite de palma?

  El consumo de aceite de palma produce mayor aumento del colesterol "malo" (LDL) de la sangre que otros aceites vegetales pobres en grasas saturadas. Niveles elevados de LDL son un reconocido factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, aunque no se ha podido relacionar con consistencia la ingesta de aceite de palma con estas patologías; es por esto que la afirmación "el aceite de palma es malo" tendría que ser revisada, tal vez es mejor decir por el momento que "existen otros aceites vegetales (como el de oliva) más saludables que el aceite de palma, especialmente el refinado". Tomar aceite de palma es mejor que tomar grasas trans, eso ya lo sabemos, pero no es la mejor opción de consumo de aceite vegetal.

  De hecho, el aceite de oliva, englobado dentro de una dieta mediterránea, ha demostrado reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovascular y diabetes en personas con alto riesgo cardiovascular.
 Se sigue considerando que el consumo de aceite de palma es saludable mientras su ingesta (junto con el resto de grasas saturadas de la dieta) supongan menos de un 10% del total de energía diaria. Es decir, con tres cucharadas de aceite de palma superaríamos esta recomendación. Aunque como acabamos de ver no se ha relacionado con certeza con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (como tampoco de cáncer) y la recomendación del máximo 10% de energia desde grasas saturadas es muy discutida actualmente. Frente a esta incertidumbre, al menos tenemos claro que otros aceites vegetales, como el de oliva en la dieta mediterránea, es seguro y que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.

¿Dónde está el aceite de palma?

  Obviamente, no se vende aceite de palma en garrafas en las grandes cadenas de supermercados. Aunque la mayoría de nosotros lleva ya unos años comiendo a diario aceite de palma "oculto" en multitud de alimentos (snacks) porque desplazó en su uso alimentario industrial a las desprestigiadas e insalubles grasas hidrogenadas.

  El aceite de palma es y puede etiquetarse como aceite vegetal, lo "vegetal", nos puede llevar a la falsa idea de ser más saludable o incluso ecológico, siguiendo la asociación de ideas verde-sano-ecológico, pero esto no es así. Con todo el ruído generado en los últimos meses con el aceite de palma casi nadie lo compraría si lo lee en un etiquetado, pero puede que si pone aceite vegetal muchos caigan en la trampa. Tampoco pensemos que si un producto no tiene aceite de palma ("palm oil free") va ser más sano, habría que valorar el resto de su composición para llegar a esa conclusión.

  Otra cuestión es si estaremos dispuestos a pagar el sobrecoste directo de cambiar el aceite de palma por otros mas caros, la clave puede estar en cuánta gente compra el pescado enlatado en aceite de oliva y cuántos se conforman con el vegetal, es decir, de palma.

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