miércoles, 15 de julio de 2015

La dieta Macrobiótica o "el arte de prolongar la vida humana"



¿Qué es una dieta macrobiótica?


  Para sus seguidores, la macrobiótica es algo más que una dieta. Se trata de una filosofía de vida o una técnica de evolucion personal cuyo objetivo es demostrar que la aplicación práctica del principio universal del Ying-Yang puede resolver problemas concretos de la existencia. Y claro, comprender esto para un occidental es complicado, alejados culturalmente de este pensamiento ascentral de equilibrio-antítesis de las fuerzas del Ying y del Yang.
  El mayor difusor de la macrobiotica (G. Ohsawa, 1893-1966) defendió durante el siglo XX por toda Europa y America la idea de que comiendo bajo este principio el ser humano podría rearmonizarse y encontrar el estado de salud.
  Una alimentación macrobiótica busca nutrir al hombre de una forma justa y equilibrada, para que pueda desarrollarse libremente y adaptarse a las vicisitudes que encuentre en su vida. Como todo fluye y cambia, la alimentación macrobiótica se adapta a cada situación, actividad, edad, enfermedad, etc. No se prohiben alimentos, si no que se categorizan según el riesgo que supondrían a cada persona y en cada momento.

  La dieta macrobiótica busca no nutrir a la enfermedad, dejando al cuerpo buscar naturalmente su estado de bienestar y equilibrio que se sitúa en 5 partes de Ying por cada parte de Yang. Los alimentos, cada uno con una proporción de estas fuerzas primordiales, una vez cocinados (a su vez altera este equilibrio) son asimilados por el organismo. Si finalmente el balance no es igual al del cuerpo (5:1), este tiene que hacer un esfuerzo por digerirlo, asimilarlo y emplearlo. Conocer estos aspectos y ponerlos en practica según la situación y objetivos de cada uno resulta esencial para seguir una alimentación macrobiótica.
  La pirámide nutricional para el área geográfica del Mediterráneo quedaría así:

Aquí puede consultar la pirámide y plato saludable del resto de países y áreas (fuente Michio Kushi).

  Como vemos, se recomienda el consumo diario de verdura, cereales íntegros, legumbres y aceites vegetales. Tomar fruta, semillas y frutos secos varias veces por semana, así como consumir pescado, huevos, carne de aves o el resto de carne pocas veces al mes.

  La alimentación macrobiótica no es una dieta vegana porque incluye alimentos de origen animal, aunque no se aconseja tomar pescado o carne a diario. La macrobiótica potencia la idea de tomar alimentos de origen vegetal todos los días como verduras, cereales íntegros, legumbres, etc.

  Sin embargo, no se establece una ingesta diaria de fruta, como si ocurre en la dieta mediterránea, el plato saludable de Harvard o la dieta vegetariana. La recomendación general es tomar fruta de unas pocas a varias veces por semana. Una frecuencia que resulta además poco clara o específica. Por otro lado, se evita tomar fruta cruda, si no que se hace mínimamente cocinada (hervida, vapor, compota, etc.), con lo que se destruyen las valiosas vitaminas que la fruta puede aportar. La fruta es uno de los grupos alimentarios que más beneficios aporta a la salud, tanto que requiere ser tratada en otra ocasión. No hacer una recomendación general de ingerir fruta a diario resulta contraproducente.

  El modo de cocinado también modifica el equilibrio del Ying-Yang. Del germinado Yingizante al ahumado Yangizante, con el hervido en el equilibrio de fuerzas. El método escogido altera la dualidad Ying-Yang del alimento preparado, pudiendo reequilibrar al alimento si fuese de interés.

  A continuación en un esquema veremos como se distribuyen en la relación Ying-Yang diversos alimentos y técnicas de cocinado:

 Frecuencia para código de colores: verde, diario; naranja, pocas veces por semana; rojo, pocas veces al mes (fuente www.guiadenutricion.com).

  Finalmente, todo debe encuadrarse en función del clima y la situación personal de cada individuo. No hay alimentos prohibidos, todo debe adaptarse para cumplir el objetivo final de la macrobiótica, resolver los problemas concretos de la existencia.

  Famosos y famosas de todo el mundo han seguido y siguen este estilo de vida, o al menos sus pautas de alimentación. La "macrobiótica" es una de las grandes dietas de moda, sus seguidores se cuentan por millones por todo el planeta. 

¿Qué beneficios tiene?

  La dieta macrobiótica seria una dieta mayoritariamente vegetariana, baja en grasas, rica en fibra y carbohidratos complejos. Con esto, no es de extrañar que ayude a reducir las cifras de tensión arterial y los niveles de grasa de la sangre.

  La variante macrobiótica dieta Ma-Pi 2, del defensor italiano de la macrobiótica Dr. Mario Pianesi, es una dieta rica en fibra y carbohidratos complejos, sin grasa o proteínas de origen animal, y sin azúcares añadidos. Al menos a corto plazo, es superior a una dieta estándar para personas con diabetes para mejorar el control de ésta, bajar los niveles de grasa sanguíneos y reducir el peso corporal.


Contenidos de la dieta Ma-Pi 2:

  · Cereales: arroz, mijo (Panicum miliaceum, L.), cebada (Hordeum vulgare, L.). 
· Verduras: zanahoria, cebolla (Alium cepa, L.), col, achicoria (Chicorium intybus, L. var. Indivisum), rabanito y perejil (siempre crudo). 
· Legumbres: azuki (Phaseolus angularis o Vigna angularis), garbanzos, lentejas, frijoles negros. 
· Condimentos: gomasio, sal marina integral, productos fermentados (miso, tamari, umeboshi). 
· Algas: wakame (Undaria pinnatifida), kombu (Laminaria japonica), nori (Porphiria tenera), hijiki (Cystophyllum fusiforme). 
· Bebidas: té bancha, té de arroz, agua de manantial o hervida. 
· No contiene alimentos crudos, a no ser el perejil.

  Durante décadas los defensores de las dietas macrobióticas han mantenido además que ayudaba a luchar contra el cáncer. Una revisión del año 2010 puso de manifiesto que no existe suficiente evidencia para soportar esta afirmación, no está claro que sea capaz de reducir el riesgo de padecer o curarse de ningún tipo de cáncer. Sin embargo, el consumo regular de grupos de alimentos incluidos con frecuencia en la dieta macrobiótica (verdura, legumbres, cereales íntegros, etc.) sí se asocian a una reducción del riesgo de sufrir cáncer.

¿Supone algún riesgo?

  Las recomendaciones iniciales de G. Ohsawa definían una evolución progresiva en la dieta vegetariana. Desde un nivel -3 más amplio al restrictivo nivel 7, a base de comer exclusivamente cereales "íntegros". 


Fuente: Macrobiotic Guide, Reino Unido.

  Esta obsoleta senda alimentaria es perjudicial y supone un riesgo para la salud al ser deficitaria en sus últimos escalones en proteinas, así como diversos minerales y vitaminas. Desgraciadamente, gente poco informada puede acabar con serios problemas nutricionales producidos por estas dietas restrictivas, o peor aun, provocárselos a otras personas.

  De forma general, el mantenimiento a largo plazo de limitación en la ingesta de alimentos que contengan vitamina B12 (carnes, pescados, huevos, leche) produce cansancio, anemia, hormigueo en manos y pies, incapacidad para deambular y demencia. Como ocurre con la dieta vegana, en una dieta macrobiótica sin estos alimentos (que son de consumo pocas o varias veces al mes) se puede predisponer a esta grave situación, por lo que sería recomendable la suplementacion con alimentos enriquecidos en B12 o con la propia vitamina si no se tomaran con suficiente frecuencia. La dieta macrobiótica comparte con la vegetariana el aura de dieta incompleta, deficitaria en proteinas, minerales y algunas vitaminas, como hemos visto esto no tiene por que ser así. Sin embargo, si que sabemos (o muchos ya padecen) la epidemia de obesidad a la que conduce el modelo alimentario occidental, y aún así, nos creemos en situación de juzgar y opinar negativamente sobre ambas.

  En definitiva, la dieta macrobiótica no deja de ser un compendio de recomendaciones sobre alimentos que han demostrado mediante la medicina occidental su beneficio sobre la salud, envueltos en un estela mistico-filosófica de equilibrio Ying-Yang y desarrollo personal que recuerda el superado sistema hipocrático de los cuatro humores. La dieta macrobiótica encierra en su interior grupos de alimentos y métodos de cocinado saludables, potenciando el consumo de ecológicos productos de temporada y locales. Sin embargo, se tiende a no consumir otros que han demostrado lo mismo (pe. fruta) sin base científica alguna.


La opurtunidad de cambiar está ahora en sus manos.



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