miércoles, 21 de enero de 2015

¿Detox? La panacea 2.0



  Han pasado solo unos días de la Navidad y muchos olvidan ya los estragos conductuales cuyos resultados tienen ocasión de sentir en sus propias carnes. Mejor mirar a otro lado, negar, evitar o desplazar la realidad que el espejo le refleja, ojos que no ven... Otros con peor suerte sufren las consecuencias de las complicaciones derivadas de tanto exceso. Por ultimo están los que se han propuesto luchar contra esta situación y, armados con las mejores intenciones,  tratarán en las próximas semanas de eliminar esos kilos "okupas" cogidos en el último mes. Un enfoque tan reducido de una situación tan compleja no llevará a nada bueno. Si los kilos de más son el problema y no son vistos como lo que realmente son: la consecuencia normal y evidente de unos hábitos de vida insanos.

  Se buscan grandes y rápidos resultados, perder el peso cogido en unas pocas semanas y, si es posible, con poco esfuerzo y sin pasar hambre. En la marea de información disponible nos podemos topar con lo que buscamos, prometiendo además un "éxito garantizado" y "fácil". Se trata de un producto "natural" con propiedades "conocidas" para bajar de peso, según atestiguan vari@s clientes previos satisfechos, que orgullosos muestran sin pudor sus fotos antes-después. La supuesta sustancia adelgazante es vendida directamente por el que anuncia o promete estos resultados y seguramente no precise supervisión sanitaria porque "usted mismo lo puede usar". La oferta se suele complementar con unas recomendaciones nutricionales con alimentos "buenos o malos", "permitidos o prohibidos", "fases de ingesta de alimentos" y unas pautas muy generales sobre actividad física. Todas estas características definen a un producto o dieta "milagro", y pueden ayudarle a activar su radar detector de fraudes. Un formidable negocio que mueve 2.000 millones de euros anuales solo en nuestro país.
  Pero ¿cómo se consigue seguir vendiendo si todo el mundo sabe que existen y que no sirven para nada?. Por un lado se nutren del deseo irracional del comprador en encontrar su particular "rebaja" de Enero de los kilos acumulados, dispuesto a cualquier cosa ante la falta de soluciones a un problema que arrastra desde hace años. Por otro, se camufla el producto con un toque de actualidad, modernismo, futurismo, 2.0, o como quieran llamarlo (mejor en inglés que vende más). Y en este sentido, es muy moderno y está de moda lo "verde", ecológico, orgánico, bio o natural, y aquí es donde anidan las dietas y productos "detox", "purificantes y antioxidantes", "sanos y naturales".

 
  Cualquier dieta "detox" que se precie debe incorporar un buen batido verde, cuanto más verde mejor. Un mejunge "vivo" de verduras y frutas, lleno de "vitaminas y antioxidantes" que la celebrity de turno o la famosilla "vende-dietas" (en su versión española) ofrece como solución milagrosa a tanto exceso. Exceso que no intoxicación, excepto las borracheras, en contra del concepto planteado de que por algún lado nos contaminamos de toxinas, que están a la espera de ser filtradas y arrastradas por tan maravilloso batido.
  La segunda mitad del siglo XX está llena de ejemplos de dietas "detox", antes llamadas limpiadoras o purificantes, realizadas a base de zumo o extracto de pomelo, savia, sirope de arce, naranja, limón, ácido oleico, aloe vera, algas, etc. Los ingredientes cambian según las modas, siempre con la novedad del último micronutriente descubierto o con el alimento más exótico posible (a veces "súper alimentos"). Existen hasta empresas que ofrecen productos complementarios como productos de higiene corporal (gel, champú, mascarilla, etc.), instrumentos para hacer gimnasia (esterillas, combas, toallas, etc), neveras... el negocio como ven es extenso.
  Pero no nos confundamos, tomar verdura y fruta a diario es la base de cualquier modelo de alimentación saludable, puede ser sólida, pastosa, batida o en zumos, cruda o cocinada, entera o troceada, eso es algo sano y fantástico como parte fundamental de la dieta o del "plato saludable". Pero cuando se le achacan propiedades curativas que no poseen, es un engaño, y si encima se hace negocio, vendiendo fruta-verdura batida a precio de oro, entonces es un timo.
 Así que esta vez no pierda su tiempo ni su dinero, aquí tiene una opurtunidad real y revisada para cambiar.

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